lunes, 9 de noviembre de 2015

Antiguo ADN Africano muestra masiva migración de regreso a África


El primer análisis genético de antiguos restos humanos en África sugiere una migración masiva desde el norte en la época del imperio egipcio, lo que ya se había sospechado una vez.

África es considerada la cuna de la diversidad genética humana, el lugar desde donde los humanos supuestamente se extendieron a todo el mundo.

Pero ahora parece que hubo una migración inversa, en la que los agricultores del Cercano Oriente y los antiguos reinos de lo que hoy es Turquía e Irak inundaron de nuevo el Cuerno de África. Trayendo nuevos cultivos a África, como el trigo y la cebada. Lo que sugiere que los inmigrantes ayudaron a desarrollar nuevas formas de agricultura en la región.

El porque lo hicieron sigue siendo un misterio.

La evidencia de su regreso, la que se ha publicado en la revista Science, proviene de un análisis del ADN de un cráneo de un hombre enterrado boca abajo hace 4,500 años en una cueva llamada Mota, en las tierras altas de Etiopía, una cueva lo suficientemente fría y seca para preservar su ADN durante miles de años.

Al comparar el antiguo genoma con el ADN de los africanos modernos, el equipo consiguió demostrar que no sólo las poblaciones del este de África hoy en día tienen hasta un 25% de ascendencia euroasiática por este evento, sino que las poblaciones africanas en todos los rincones del continente --desde el lejano oeste hasta el sur-- tienen por lo menos un 5% de su genoma trazable con la migración de Eurasia.

Los investigadores describen los hallazgos como evidencia de que el evento de "reflujo" fue de mucho mayor en tamaño e influencia de lo que se pensaba. La ola masiva de migración fue tal vez equivalente a más de un cuarto de la entonces población del Cuerno de África, alcanzando la zona y dispersándose luego genéticamente a través de todo el continente.

Encontrar ADN antiguo de alta calidad supone tener mucha suerte, según el doctor Ron Pinhasi, coautor de la University College de Dublín, que dice: "Es difícil obtener restos que se han conservado adecuadamente. Cuanto más denso es el hueso, más probabilidades hay de encontrar ADN que ha quedado protegido de la degradación, por lo que los dientes se utilizan a menudo, pero encontramos un hueso mejor, el peñasco". Se trata de una parte gruesa del hueso temporal en la base del cráneo, justo detrás de la oreja.

 "La secuenciación de genomas antiguos todavía es muy nueva y está cambiando la forma en la que reconstruimos los orígenes humanos --añade Manica--. Estas nuevas técnicas seguirán evolucionando, lo que nos permitirá obtener una comprensión cada vez más clara de quiénes eran nuestros primeros ancestros". El estudio fue realizado por un equipo internacional de investigadores, con el permiso del Ministerio de Cultura de Etiopía y la Autoridad de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.


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