martes, 10 de marzo de 2015

Predicador kuwaití pide la destrucción de las Pirámides y Esfinge de Guiza


Un religioso kuwaití que apoya al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) declaró que ya es tiempo de que los musulmanes borren de la faz de la Tierra la herencia de los faraones egipcios.

Ibrahim al Kandari sigue la línea marcada por el líder del grupo yihadista que asola Siria e Irak y que ha comenzado a ganar terreno también en el norte de África, especialmente en Libia. Abu Bakr al Baghdadi sugirió la demolición de todos los monumentos como un “deber histórico”, según el reporte del sitio de noticias Al Alam.

En su extrema interpretación del islam, ISIS sostiene que ningún objeto material debe ser idolatrado y, por lo tanto, estos deben ser eliminados, como lo fueron los diferentes ídolos que adoraban las tribus árabes anteriores a la llegada del profeta Mahoma a La Meca.

Esta no es la primera vez que un religioso islamista llama a la destrucción de los símbolos más importantes de la civilización egipcia que floreció a la sombra de los palacios faraónicos. En 2012, otro clérigo -esta vez nacido en territorio del propio Egipto- reclamó la destrucción de la esfinge y las pirámides “tal como el profeta hizo con los ídolos en La Meca”.

Además, pidió la abolición del Ministerio de Turismo -el más floreciente- en El Cairo, definiendo sus actividades como una industria “dedicada a la prostitución y el libertinaje”.

El llamado a la destrucción realizado por Al Kandari no hace más que recalentar la llamada yihad arqueológica, que motoriza ISIS en los territorios que ocupa. De esta manera, varias ciudades y santuarios de miles de años han desaparecido en el norte de Irak.

Entre ellos, están la iglesia de San Jorge (o Markoukas), pocos kilómetros al norte de Mosul, que fue construida en el siglo X por cristianos asirios y luego reedificada por católicos caldeos en 1840. Los arqueólogos locales denuncian que este monasterio, apoyado sobre ruinas ancestrales que datan de miles de años, fue destruido por milicias de ISIS, al igual que las estatuas de varios museos de su reducto del norte de Irak.

Dur Sharrukin, ciudad milenaria destruida por ISIS

También la ciudad de Dur Sharrukin y las antiguas Hatra y Nimrud fueron saqueadas y reducidas a escombros, acciones salvajes que han sido comparadas con la destrucción de los budas de Bamiyan por parte de los talibanes en Afganistán en 2001. Las dos estatuas estaban talladas en la piedra y fueron dinamitadas y reducidas a polvo con disparos desde tanques.

Los budas de Bamiyan, antes de los talibanes y después de su salvaje destrucción


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